CÓMO RECUPERAR LA BELLEZA, NUTRICIÓN Y BRILLO DE TU CABELLO


Pharmashop

El cabello no solo cumple una función estética, también refleja nuestro estado de salud y bienestar. Cuando se ve seco, apagado o quebradizo, suele ser una señal de que necesita cuidados especiales. La exposición diaria a la contaminación, el estrés, los cambios de estación, los tintes, el uso de planchas o secadores, e incluso la alimentación, afectan directamente su vitalidad.

La buena noticia es que existen rutinas y tratamientos específicos que te ayudarán a restaurar la fibra capilar y devolverle la resistencia y el brillo. Y esto después de la temporada estival es bastante necesario.

¿QUÉ LE OCURRE A UN CABELLO FRÁGIL, APAGADO Y QUEBRADIZO?

- Desaparece la barrera hidrolipídica. Sin su film hidrolipídico, el cabello ya debilitado es aún más vulnerable y está expuesto a las agresiones externas. Es necesario repararla para devolver la salud al cabello.

- Pérdida de las escamas del cabello. Lo que favorece la pérdida de agua y de hidratación y hace que el pelo se reseque.

- Destrucción de la queratina del núcleo por el calor, la coloración o la falta de cuidados. La queratina es esencial en la salud del cabello y cuando se ve alterada el pelo se vuelve poroso, apagado y quebradizo.

Y aquí nos surge la pregunta, ¿Cómo le devolvemos la salud a nuestro cabello?:

1. Higiene capilar: el primer paso para un pelo saludable.

Una limpieza adecuada es la base de cualquier rutina capilar. Sin embargo, no se trata solo de lavar el cabello, sino de hacerlo de la forma correcta.

- Frecuencia de lavado: no hay una regla universal; depende del tipo de cuero cabelludo. Si es graso, el lavado puede ser más frecuente. Si es seco, cada 3 a 4 días suele ser suficiente. Recuerda no frotar, sino masajear apretando a toques el cuero cabelludo.

- Agua templada: evita el agua muy caliente, ya que abre la cutícula capilar y favorece la pérdida de hidratación.

- Secado consciente: reduce el uso de planchas y secadores y si los usas, aplica siempre un protector térmico.

- Peinado suave: evita cepillar el cabello cuando está mojado, ya que es más frágil. 

- Protección solar: el cabello también sufre con la radiación UV. En verano, utiliza productos con filtro solar o cúbrelo con sombreros.

- Nutrición desde dentro: una dieta rica en proteínas, vitaminas del grupo B, hierro y ácidos grasos esenciales favorece un cabello fuerte y brillante. Y si con tu alimentación crees que no es suficiente existen complementos vitamínicos que te darán un aporte extra en hierro, magnesio, ácido grasos y zinc entre otros.

- Hidratación continua: beber suficiente agua contribuye a mantener el equilibrio hídrico de la fibra capilar.

- Productos adecuados: elegir fórmulas suaves, reparadoras y nutritivas marca la diferencia. 

2. Activos indispensables para reparar, nutrir e hidratar.

Lo más importante a la hora de elegir un tratamiento que nos vaya a nutrir y reparar el pelo dañado es que este le aporte los componentes que posiblemente haya perdido a causa de las agresiones externas. Y además lo proteja de futuras alteraciones.

- Proteínas: El cabello está compuesto principalmente por una proteína, la queratina. Cuando el cabello está dañado y tiene un aspecto pajizo, es importante proporcionarle cuidados enriquecidos a base de proteínas como la queratina vegetal que es un ingrediente activo que penetra hasta el núcleo del cabello para rellenar las grietas y reestructurar toda la fibra capilar. 

- Ácidos grasos ricos en Omega 3. Con propiedades protectoras y suavizantes para el cabello. Los champús y mascarillas ricos en ácidos grasos restablecen su protección original recubriendo la fibra capilar y las escamas.

- Hidratación y nutrición, como el aceite de germen de trigo, el aceite de aguacate, la biocementina o la manteca de karité. Aportan nutrición a la fibra capilar, resistencia y limitan la deshidratación. 

3. Tratamientos reparadores intensivos.

Cuando el cabello presenta daños profundos, quiebre, puntas abiertas, falta de elasticidad o pérdida de densidad, es momento de recurrir a un tratamiento intensivo.

Los tratamientos intensivos están recomendados en ciclos de 4 a 6 semanas, especialmente tras procesos agresivos como tintes, decoloraciones o alisados. Con un uso constante, el cabello recupera densidad, suavidad y un aspecto más saludable.

El primer paso es la limpieza del cuero cabelludo con un champú respetuoso que nutra e hidrate y a su vez limpie de forma suave. Como hemos comentado la frecuencia puede ser variable, en función de las necesidades.

A continuación, el uso de lociones o mascarillas reparadoras es esencial, por no decir imprescindible. En este paso, penetraremos en la fibra capilar llevando a cabo una reparación profunda a la vez que sellamos la cutícula y le devolvemos la hidratación a nuestro cabello. Mejoramos la elasticidad y la salud de nuestro pelo y reducimos el encrespamiento.

Como consejo, para recuperar tu cabello aplica la mascarilla como booster. Cada vez que te laves el pelo. No tengas miedo de “engrasarlo” ya que en estos momentos tu cabello necesita esa nutrición. Posteriormente puedes aplicarla una o dos veces por semana. Déjala actuar durante 5-10 minutos o incluso toda la noche y enjuágala.

La recuperación de la belleza y el brillo del cabello requiere constancia y un enfoque integral: higiene adecuada, productos respetuosos y tratamientos específicos. El uso de champús y mascarillas nutritivas y reparadoras permite devolver vitalidad al cabello dañado, mientras que los buenos hábitos diarios ayudan a mantener los resultados a largo plazo.

Con la combinación correcta, tu melena puede volver a ser sinónimo de salud, fuerza y luminosidad.

Comentarios (0)

No hay comentarios en este momento.
Producto añadido a tu lista de deseos
Product added to compare.